sábado, 15 de octubre de 2011

Distopía suburbana.

Se te ve en el pulpito, camuflado en las palabras; escondido en ellas para no exponer tus (infames) intenciones. A veces la evidencia se hace palpable y, ante la incomodidad, correr el eje de discusión es la salida más oportuna. Esa suerte de Gestapo nacional (con una sigla de cuatro letras) complementaria de los muchachos de verde, anduvo a los zarpazos condenando a la pobreza a resistir palos policiales. Hasta en el canal amigo salieron los mudos con sus voces; los pasibles con su dolor. Y los muchachos dependientes en vez de interpelar, preguntan por tu flamante hija; quién diría, te me has hecho todo un celebrity. Pero no están solo tus empleados. En la otra parte de la gran metrópolis, está la azul federal (nacional y popular) llena de vicios; cosos casos de gatillo de fácil; de armados de causas a ciertas apariencias; con torturas y apremios en los pasillos de las cárceles a cielo abierto. Ahora es la requisa del aspecto; otrora policía del pensamiento. El último censo para proselitismo de algunos y decepción de otros, indico que las villas crecieron un 52% en todo el país. En los discursos se utiliza el término “urbanización”, pero solo ahí, en la práctica no aparece. En ese sentido, el brillante R. Berreta, luego de una orden judicial para urbanizar la villa Rodrigo Bueno, dijo que “no se puede, sería un verdadero peligro”. Algunos derechos solo quedan en la constitución y derechosos en la jefatura. En esa mirada aristocrática y meramente reformista, solo se usa a las villas para beneficio discursivo y vacacionar (una Gesell o Langostura). Siempre se necesita una “infrapersona” para presumirle algo y descargar en ellas las desgracias cotidianas con el rec de los noticiarios. O sino para que salgan el "policías en acción", "gps" y tanta programación cultural. Un sabio pensador decía que el “Estado detenta el monopolio de la coerción”; algo de la sociedad de control ya me suponía. El eco de las pantallas derrama estereotipos de ladrones y, según cada contexto personal, reforzamos esas teorías televisivas. Apoyados en las intrépidas notas de Facundo Pastor, que flasha investigación en ARG; a dos cuadras de una villa; manda a un diligente con cámara para transmitir por tv indignación, que no necesitamos, pero que igual que tenemos que saber que “que la hay, la hay”. Nos muestra el daño de terceros a toda la comunidad; cuando el daño lo comete él, se esconde. El miedo que vende por la tele lo termino comprando. Pero ahora, en la villas hay una poderosa que le respondió:
Fragmento de una nota de Miradas al Sur

En el primer número Ayelén, de Zavaleta, 14 años, le dedica una carta al periodista del canal América Facundo Pastor, por un documental presentado como un “desafío a la muerte”, en el que mezcló imágenes de otra ficción filmada en el barrio y acusó de “pirañas” a todos los chicos.
–Por ese documental, los colectivos dejaron de frenar por Zavaleta, y hay casos de madres que perdieron el laburo– relata otro referente de La Poderosa–. Lo repitieron tantas veces, que una vecina volvió a la casa en la que trabajaba y la sentaron para preguntarle donde vivía, porque había dicho Barracas. Cuando aclaró las calles, le dijeron que era Zavaleta, y que preferían despedirla. Un domingo, poco después de la emisión del documental, los vecinos fueron hasta la puerta del canal para hablar con Pastor. Hubo murga, alfabetización, fútbol popular, a los vecinos de Palermo se los invitó con tortas fritas y jugo. Pastor no apareció ni atendió los llamados de los vecinos, que querían invitarlo a conocer el barrio. A partir de hoy, Facundo Pastor y sus informes no están solos: por lo menos hay otra voz para saber lo que pasa en el barrio Zavaleta.


La policía, las cuatro letras de la ucep, la metropolita, la federal, los miedos de comunicación, los blanco amorfo, los estig-más, los pedidos de buena presencia, la opulencia con su Ricardo Fort, los estereotipos, la ambulancia que no llega, la historia. LA historia. Todo tiene que ver con todo. Para extirpar o mermar con todos esos virus impregnados, habrá que seguir a Galeano y a la utopía, implorando que no se aleje tanto cuando vamos detrás de ella.


9 comentarios:

  1. Hola Resi, seguramente no nació en un barrio cerrado, mayormente esta lacra lleva el resentimiento de su origen. Tiene el pedestal de los miserables, al igual que los que lo rodean son amorfos vendedores de blasfemias los macris, los fort, los larreta, los legrand y tantos otros "ejemplos" como éste señor por llamarlo de alguna manera no le importa el prójimo solo le importa sus odios que pretende y logra trasmitir a ignorantes escuchas de idioteses con la frente grabada con inseguridad que las provocan ellos mismos.

    Un abrazo Resident

    ResponderEliminar
  2. Hola compañero, un gusto.
    Hay tanta gente dedicada a cuidarse de lo que no le pasó, ni le pasará. Odiando al diferente por no tomarse el tiempo de mirarse en su mirada. Quejándose de su suerte, por no tomarse el trabajo de contemplar la suerte ajena. Que a veces parece que el mundo es demasiado grande, demasiado ajeno, demasiado hostil.
    Entonces nos encontramos, y nos reconocemos sin mirarnos, y no necesitamos saber de donde viene el otro, ni a donde va, para saber que vamos a la par.
    Ya me tomaré el tiempo de leer su blog, mientras tanto, me alegra ir haciendo este camino a la par suya.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  3. y el discurso se esparce hacia el resto del paìs con la forma de " vinieron a vivir los de fuerte apache vas a ver como empiezan los afanos" eso multiplicado por todos los rincones de la geografìa.
    por fin pude comentar, solamente usando google chrome me deja
    un abrazo

    ResponderEliminar
  4. Robert. Esos qe mencionas son lideres de opinion y sus dichos tiende a reforzar esos estereotipos. No hace falta conocer al otro, sino qe al verlo, segun su apariencia ya tiene una cualidad.

    Atilio. Creo qe si no existieran los medios, quiza estariamos mejor. Aceptando la diversidad sin discriminar.

    Edgard. Fijate como son las varas. Es mas susceptible de condena social (en la tele) un pibe de la villa qe un genocida. Asi se mide la in (justicia).

    Gracias por sus aportes.

    ResponderEliminar
  5. Muy bueno, pero muy bueno!!!
    Las villas crecieron... En el barrio Zavaleta hay paco, vagos y mal entretenidos... En Fuerte Apache lograron "implosionar" cuatro edificios -en 2000- para "mejorar" la zona que luce protegida por gendarmes... Los medios muestran el logro, los clases medias felices. Los taxistas igual no quieren llegar cerca de la zona...
    Cuando tomás un taxi y decís
    -Beiró y Gral Paz. Te contestan,
    - No hasta allá no voy.
    Entonces decís Irigoyen y Varela... Como no tienen la menor idea que es a una cuadra, te llevan tranquilos...
    País Kafkiano este!!!!! que pretende esconder al pobre debajo de la alfombra... cuando se ocuparon de crearlos en tanta cantidad que no hay alfombra que alcance!!!

    ResponderEliminar
  6. Hilda, gracias por la critica. Habra qe seguir con eso de la batalla cultura. Algo de eso hat Gran saludo.

    ResponderEliminar
  7. Muy bueno Resi.
    Y breguemos porque la ambulancia llegue y la utopía no se nos escape.
    Saludos.

    ResponderEliminar
  8. Larabi en ese camino esperemos andar.

    ResponderEliminar
  9. Tremendo. Y muy cierto. La parte por el todo es el mecanismo que utilizan esas ratas para vender su basura discursiva. Claro, sin indagar en lo profundo de las problemáticas, para no tener que sacar sus culpas al sol. Abrazo grande.

    ResponderEliminar