Cada vez es más notoria la ignominia de algunos (impotentes y desesperados) que recurren a todo para retener sus privilegios, arrojando dudas y sospechas sobre todo lo amenaza su estado de situación. Bajo un mecanismo perverso de “información”, que pretende mostrar el verdadero poder del poder. Una vez Bielsa (técnico) en una conferencia de prensa decía “la verdad es la verdad del que tiene el poder. No es que no haya posibilidad de expresarse en disidencia, pero ustedes que son especialistas (en referencia a los periodistas) saben que cuando una verdad ocupa una decima parte de la hoja del periódico y el 90 la ocupa otra verdad, la verdad del poder es la que gana. No se comparan las dos verdades. Una verdad y la verdad contraria. Una 10% y la otra 90 ¿Qué es cierto? – se preguntaba- Lo que es mentira ¿Qué cosa no se reconoce? La verdad”. Simple.
Por otro lado, en tanto año electoral estaría bueno ver a los que pretenden ser presidentes que cuando den sus propuestas, nombren el contenido NO EL TEMA. Que no especulen con los invisibles. Porque todos (o la mayoría) se apoyan en la inflación y la inseguridad (cuestiones vidriosas por cierto). Con la inflación (o el "reacomodamiento" de precios como le llama el gil de Boudou) ¿Que van a hacer? ¿De qué forma la van a parar? No lo dicen!! Con la inseguridad (apagar la tele a veces) ¿Qué onda? ¿Van a poner más policías o generar empleos? o ¿Todavía tienen “un plan” a develar? Que lo digan al menos. Que la campaña no la haga Shon Lender (como diría un conspicuo y brillante periodista) y/o Zaffaroni. ¿Qué sería de los políticos sin la propaganda? En todo el año hicieron política desde un estudio de televisión y en la inminencia todos aparecen. Ahora resulta que todos están preocupados por las injusticias de un mundo desigual.
A pesar de que el país, está un poco mejor que antes todavía hay muchos que tienen esa nostalgia noventista, donde el abyecto fmi desde el púlpito digitaba con algún títere presidencial quien comía y quién no. Donde se elegía quien era pobre y quien recibía los beneficios del “salvataje”. Donde los bancos se enteraban antes que nosotros los destinos del país. Donde las corporaciones y los poderes económicos, sin el voto popular gobernaban. Donde al tiempo, un presidente (que hoy se postula de nuevo, si será generosa la democracia) se encargaba de disfrazar su clientelismo (planes sociales mediante) en justicia social a unos pobres que él mismo había fabricado. Y los grandes medios le daban la derecha. No quisiera volver a ver ese 21 de diciembre (era chico) donde no entendía nada y lo único que veía una oleada desesperada esquivando palos y balas policiales. Aunque lamentablemente hubo algo similar en Jujuy. Ahora puedo ver las cosas de una manera distinta, desde otro lugar (lo que no implica ser un “superado”). Sinceramente no sé quien ganara las elecciones (nunca creí en las encuestas, son todas interesadas; algún chistoso dijo el voto castigo de la CABA y Sta Fe fue para ellas), pero lo que sí sé, es que tanto zócalo denigrante, editoriales en emoción violenta y centenares de tapas maliciosas también están de campaña. Con informaciones que se reservan y que salen a la luz hoy para sacarle el jugo al año electoral. Con dos diarios canallescos: uno que está libre (no de ser amarillo) y el otro ídem muy tinellizado. En ellos se montan las nuevas maquinaciones, para tratar de no manchar tanto a sus diarios madre. Ya no hará falta alguna condena judicial, social (o de otro ámbito), solo alcanza con una imputación periodística para travestir una mentira en verdad y ver algunos necesitados se sumen al coro de oportunistas para legitimar el discurso golpista que recorre tanta pantalla. Y ante tal desorientación, la derecha que no tiene pensadores tiene periodistas (próceres de alto rango que lograron la independencia) se prende en todas para decirle a la opinión pública que ellos son los buenos y que los otros son infames populistas. Que ellos van a solucionar todos estos “problemas”. Parte de la batalla cultural de la que se habla recae también en combatir la raza de envenenadores de conciencias y romper el blindaje discursivo imperante. Supongo el 14 de agosto será una especie de termómetro para ver si esa batalla se está dando por lo menos.
Se ruega no tomar la canción con mucha literalidad.
Desde ya muchas gracias.
jueves, 4 de agosto de 2011
jueves, 21 de julio de 2011
Revolucionando el pensamiento
Algunas de esas palabras históricas prohibidas en algún momento y con mala prensa (que hoy siguen apareciendo) en otros, “peronismo”, “la izquierda”, “montoneros”. Marcaron el pensamiento del “zurdaje” como una cultura de moda y no como una necesidad contragemonica (si se quiere) al dominio cultural y simbólico de la derecha (y sus medios), que convirtió al olvido en interés nacional durante mucho tiempo. En un nuevo contexto, surgieron productos emergentes de esa asfixia hegemónica, que manejo subjetividades personales y dictamino conductas, en pos de “su verdad” como única verdad posible. Y esos productos molestan, que esa erupción mediática genere conciencia ciudadana y movilizaciones (de pensamiento también). Ahora (y desde 2007 en adelante) empiezan a jaquear su status informativo. Ese por el cual, creíamos que estaba bien desabastecer a la gente de alimentos básicos, porque se iba detrás de “un reclamo histórico”. Claro detrás había negocios solapados, donde las partes manejaban ese papel tan deseado con valor simbólico- comercial de intercambio monetario al servicio de los individualismos personales, es un bien preciado. En un país (y un mundo) que vivió domesticado por la corporación de irrealidades. Con un postgrado en manipulación. De ellos, los dueños del discurso, que ante la aparición de voces que quieren un pedazo de la verdad, empieza a ponerse nerviosos y recurrir a la industria de la mentira, donde fabrican noticias de todos los colores. Todavía adquiridas por muchos, que no reniego de su “desinformación” (tendrán sus convicciones seguramente), pero sí de la idea, esa de no romper con lo establecido, ante su necesidad de encontrar alguien “inferior” a quien presumirle su presunta superioridad (cultural, económica, social, etcétera). Si todos fuéramos pudientes, no tendría sentido, no habría nadie inferior. Una inofensiva palabra que genera miedo: igualdad. En algún post anterior explicite un poco estas cuestiones.
¿Alguna vez nos preguntamos que es la “opinión pública”? o ¿Por qué si un desocupado corta la calle es un vago o un violento que no quiere trabajar (ejemplo los indignados españoles), pero si lo hace una señora de Barrio Norte (esas que se juntan a tomar el té) es una ciudadana exigiendo un cambio político? Entre otras cosas la “opinión pública” nos ha enseñado que enemigo de todos es aquel de tez oscura que mayormente se radica en una villa y que usa una visera. Siempre hubo la necesidad de encontrar un enemigo, otrora fueron los “cabecitas negras”. Pero ella, fue muy didáctica, también nos marco que el camino del éxito es el dinero. Todos deseamos ser un Ricky Fort presuntamente. Lo bueno, al menos por estos tiempos, es que la opinión pública va en contramano del pensamiento Nac & Pop (por ponerle algún término).
Así se vio mucho tiempo, como los comunicadores (los que no dependen de nadie sobre todo) convocaban personas (como si fuera un casting de Tinelli) y auspiciaban los reclamos “de la gente”. Verdaderos promotores de la violencia, que después en la sentencia (televisada) dictaban una condena social de la cual no se volvía. Además, la palabra gente: ese colectivo vacio que dice todo pero que a la vez no dice nada ¿Quién es la gente? Yo solo, ya soy gente. Las afirmaciones de que “la gente quiere esto” y “reclama aquello”, carecen de peso propio. Que se diga de donde es esa “gente”. ¿De los suburbios? ¿Del micro centro? ¿Clase alta, media, baja? Y algo no menor, que el hecho que merece ser contado no sea la consecuencia (el supuesto caos vehicular), sino la causa que produce el reclamo. Una carta de triunfo es la inteligencia en acción. La inteligencia en acción persuade mucho más que la intimidación publicitaria dijo alguna vez A. Dolina.
El sabio no dice nunca todo lo que piensa,
pero siempre piensa todo lo que dice.
¿Alguna vez nos preguntamos que es la “opinión pública”? o ¿Por qué si un desocupado corta la calle es un vago o un violento que no quiere trabajar (ejemplo los indignados españoles), pero si lo hace una señora de Barrio Norte (esas que se juntan a tomar el té) es una ciudadana exigiendo un cambio político? Entre otras cosas la “opinión pública” nos ha enseñado que enemigo de todos es aquel de tez oscura que mayormente se radica en una villa y que usa una visera. Siempre hubo la necesidad de encontrar un enemigo, otrora fueron los “cabecitas negras”. Pero ella, fue muy didáctica, también nos marco que el camino del éxito es el dinero. Todos deseamos ser un Ricky Fort presuntamente. Lo bueno, al menos por estos tiempos, es que la opinión pública va en contramano del pensamiento Nac & Pop (por ponerle algún término).
Así se vio mucho tiempo, como los comunicadores (los que no dependen de nadie sobre todo) convocaban personas (como si fuera un casting de Tinelli) y auspiciaban los reclamos “de la gente”. Verdaderos promotores de la violencia, que después en la sentencia (televisada) dictaban una condena social de la cual no se volvía. Además, la palabra gente: ese colectivo vacio que dice todo pero que a la vez no dice nada ¿Quién es la gente? Yo solo, ya soy gente. Las afirmaciones de que “la gente quiere esto” y “reclama aquello”, carecen de peso propio. Que se diga de donde es esa “gente”. ¿De los suburbios? ¿Del micro centro? ¿Clase alta, media, baja? Y algo no menor, que el hecho que merece ser contado no sea la consecuencia (el supuesto caos vehicular), sino la causa que produce el reclamo. Una carta de triunfo es la inteligencia en acción. La inteligencia en acción persuade mucho más que la intimidación publicitaria dijo alguna vez A. Dolina.
El sabio no dice nunca todo lo que piensa,
pero siempre piensa todo lo que dice.
lunes, 11 de julio de 2011
Punto aparte
Generalmente, los representantes políticos (llámense nacionales, municipales, distritales, provinciales, comunales, etcétera) suelen ser la cara política del espacio geográfico que representan, por mas reproches e incriminaciones que puedan aparecer de los aspirantes perdedores a los “sillones”. A veces el exceso de confianza de los retadores suele repercutir negativamente, sobre todo cuando se encuentran con resultados, que les son inesperados, y si se quiere sorpresivo. La precaución raramente se equivoca, y la autocritica (que no existe) debería recaer en eso. Algo no se comunico bien y se armo casi sobre la hora (un mes antes como mucho). El trabajo debe ser claro y no escudarse en que la gente “que quiere un cambio”. Porque el resultado marco, que el cambio solo era el eslogan porque se prorroga el “no cambio” por cuatros años más. Una campaña colorida, bien pensada (no con el diario del lunes) que te da la bienvenida y que enarbola la bandera de la felicidad, suele ser muy tentadora para todas las ideologías habidas y por haber. Todas quieren, todas la buscan la felicidad. Esa quizás, puede ser la clave para entender el fenómeno que se monta en la despolitización de la política, y que cuando roza el apuro y la interpelación, asoma apenas, el tema pero no el contenido. Con frases celebres (vaciadas de sentido) y música amena. Con amigos y socios al servicio de la comunicación independiente, que en su casa televisiva lo tutean, que lo llaman por el nombre y no por el apellido, como a los demás. Evidencias de la amistad. Y sumado a una grafica con fotos, donde EL elegido, se lo ve sonriente, y los otros competidores con cara de preocupación o seriedad implícita. Ahora los titulares festivos y la magnificación del hecho, harán repensar el papel de muchos bocones que aseguraron “un cambio” que no paso y que seguramente no pasara. Algún presidente yankee, que en tiempos de bonanza de Wall Street, basaba su eslogan con “la prosperidad esta a la vuelta de la esquina”, termino ganando. A los distraídos políticos, muchas veces la simpatía suele caerle muy bien a la hora meterse en la oscuridad del cuarto. Y algunos fluctuaciones en una personalidad acérrimamente anti y ahora una personalidad amigable con la otrora “señora de acá enfrente”, puede dejar evidencia que no hace falta muchas ideas, sino un hábil publicista extranjero, que rinde mas. Sin embargo, ¿Eso significa subestimar “el voto de la gente”? Las respuestas pueden ser muchas, pero en Capital Federal no votan los salteños que supuestamente al ser pobres “su voto no es bueno”. A lo mejor la barricada informativa, sirve como defensa de algunas verdades, que ante el despabilo de algunos (insuficiente al final), logro aumentar el porcentaje electoral de los oponentes en algunos numeritos comparado con el último intento. A veces la fortuna (no monetaria) de no vivir con esas 2 millones de personas, puede abrir el panorama visual. Esto para nada, genera ser partidario de la ideología que lleva como símbolo, una sola letra consonante (que adolecen en demasiadas cuestiones por mas propaganda “para todos” que haya, aunque no tengan autocrítica y que no se le “hace el juego” a la derecha por decirlo, como ellos quieren dar a entender a veces con muchos de sus bocones que inconscientemente perjudican lo que dicen defender). No se trata solo de un nombre propio vencedor. Sino que son muchos los que no votarían (y en primera persona) jamás por el rencor travestido en conveniencia, por la persecución (literal en una sigla con cuatro letras) disfrazada de solución, por un compañero de trabajo extranjero como síntoma del “no racismo”, por el prejuicio vestido de crítica. El mundo continúa, a pesar de la alegría pasajera de los vencedores y sus medios, hay un dicho que dice: podrás ganar una batalla pero no la guerra.
domingo, 19 de junio de 2011
Póstumo, casi nepotismo
Está claro que las palabras tienen fuerza no tanto por lo que dicen, sino como por quién las dice y desde dónde las dice. El concepto es amplio, puede abrazar múltiples espacios. Parece mentira o hasta cierto punto impensado, que un pensamiento que se sostenía en una progresía renovadora (supuestamente) ahora le “haga el juego” a los otrora oponentes. Sobre todo teniendo en cuenta que a la izquierda de la izquierda generalmente comienza la derecha, debido a la fisonomía de un mundo al que creemos redondo, y tal (Tango D).
Ese, el nuevo diseñador de palabras, otrora artesano de utopías lejanas que le es infiel a los hechos (y a sus archivos). El camino por la búsqueda de poder parece empezar, con un renovado discurso maquillado de una visión “progre”, alimentada (y ensalzada) por unos serviles al servicio de la comunicación “independiente”. En esos espacios televisivos (que antes dictaminaban los destinos del país) empieza a tener más resonancia mediante los “aspirantes”, la calumnia disfrazada de crítica.
La infamia ya se preparó y empieza a circular por la pantalla con rimbombantes titulares que se hacen presentes cada media hora. El objetivo es penetrar en la subjetividad de los desprevenidos y reclutarlos para cuando llegue el gran día de meter en el sobre el papel con los conspicuos apellidos. El tiempo dirá si fueron o no un blanco amorfo.
En ese juego dialectico es común, sobre todo cuando en el horizonte cercano arriman esas codiciadas elecciones, enrostrar malas acciones y “caminar” los barrios ante la inminencia. Las diatribas deambulan de un lado a otro sin escatimar. Más que nada en el retador que quiere el preciado sillón, que prepara su discurso (con un traje mal usado y sin memoria histórica) en el cual se arroga una representación popular que no tiene (hasta tanto no gane). Lo que si tiene: un apellido poderoso para los distraídos. Hay resquicios donde se ven algunas oportunidades (oportunismo le llaman algunos) para sacarle el jugo a una situación de debilidad del gobernante de turno: “La gente está cansada”; “La gente ya no aguanta más esto”; “Este gobierno no da para más”. El producto “gente” viene con nuevo envoltorio y en forma de escudo.
A veces una posición que pretende mantenerse “neutral”, “critica”, “constructiva” se ve vulnerada con ideales tirados a la basura por una ambición personal y no colectiva. Por la mezquindad que se evidencia. Por el reformismo vestido de progresismo. Por la fuerza que en la desesperación va sumando “nuevas voces” con el objetivo de llevarse puesto “al otro” y sin buscar una alternativa superadora. La hilacha cada vez se hace más notoria y se ve con relativa claridad para qué equipo juega cada uno. Parece que en la dialéctica interminable de blancos y negros, es para algunos el gris.
Ese, el nuevo diseñador de palabras, otrora artesano de utopías lejanas que le es infiel a los hechos (y a sus archivos). El camino por la búsqueda de poder parece empezar, con un renovado discurso maquillado de una visión “progre”, alimentada (y ensalzada) por unos serviles al servicio de la comunicación “independiente”. En esos espacios televisivos (que antes dictaminaban los destinos del país) empieza a tener más resonancia mediante los “aspirantes”, la calumnia disfrazada de crítica.
La infamia ya se preparó y empieza a circular por la pantalla con rimbombantes titulares que se hacen presentes cada media hora. El objetivo es penetrar en la subjetividad de los desprevenidos y reclutarlos para cuando llegue el gran día de meter en el sobre el papel con los conspicuos apellidos. El tiempo dirá si fueron o no un blanco amorfo.
En ese juego dialectico es común, sobre todo cuando en el horizonte cercano arriman esas codiciadas elecciones, enrostrar malas acciones y “caminar” los barrios ante la inminencia. Las diatribas deambulan de un lado a otro sin escatimar. Más que nada en el retador que quiere el preciado sillón, que prepara su discurso (con un traje mal usado y sin memoria histórica) en el cual se arroga una representación popular que no tiene (hasta tanto no gane). Lo que si tiene: un apellido poderoso para los distraídos. Hay resquicios donde se ven algunas oportunidades (oportunismo le llaman algunos) para sacarle el jugo a una situación de debilidad del gobernante de turno: “La gente está cansada”; “La gente ya no aguanta más esto”; “Este gobierno no da para más”. El producto “gente” viene con nuevo envoltorio y en forma de escudo.
A veces una posición que pretende mantenerse “neutral”, “critica”, “constructiva” se ve vulnerada con ideales tirados a la basura por una ambición personal y no colectiva. Por la mezquindad que se evidencia. Por el reformismo vestido de progresismo. Por la fuerza que en la desesperación va sumando “nuevas voces” con el objetivo de llevarse puesto “al otro” y sin buscar una alternativa superadora. La hilacha cada vez se hace más notoria y se ve con relativa claridad para qué equipo juega cada uno. Parece que en la dialéctica interminable de blancos y negros, es para algunos el gris.
miércoles, 8 de junio de 2011
El dia del periodismo
Ayer me paso que me encontraba viendo DDD y vi un informe mas la posterior discusión sobre el día del periodistas (el día ya pasó, y no pensaba escribir pero vi eso me dio el pie a hacerlo hoy). Algo que no he dicho es que estudió dicha carrera en La Plata (mi ciudad) y esa discusión atraviesa personalmente mis nervios. Sinceramente ahora se discute más de de los medios de comunicación y sus intereses. Recuerdo siempre en 2009 cuando en “análisis de la información” nos daban algunos textos sobre La Ley de Medios (cuando ni siquiera aparecía en el horizonte parlamentario) y otros como “la comunicación en pocas manos”. Y hoy la ley ya salió (al margen de las trabas judiciales) y el país cambió a partir de allí y “la gente” se despabiló un poco y dejo de comprar todo lo que veía. Y me consta porque en tiempos del discurso único el poder de los medios gozaba de mucha credibilidad, a tal punto de hacer posible que personas comunes se sumen a los cortes irrisorios de los patrones del campo “por el reclamo histórico” sin tener siquiera un centímetro de tierra y también todo el curro de la gripe A con “la gente” desesperada buscando barbijos. En ese entonces, si lo decía el noticiero era una verdad irrefutable. Hoy eso cambió por suerte con la discusión que generó la ley y seguramente fue muy importante el rol en ese momento de 678 (a pesar de que hoy no me gusta mucho) siendo la única voz disonante. Y me sorprendió gratamente en su momento los autoconvocados del facebook para apoyar la Ley de Medios sin necesariamente estar vinculados a la comunicación. Yo no sé si Tinelli puede hacer eso.
Siempre pensé el día que termine la carrera como hacer con las líneas editoriales porque no es una cuestión tan sencilla. Si estas en “x lugar” trabajando (ahora está de moda enrostrarle al otro donde trabajó, algo fútil e infructuoso) y no podes decir “x cosa”, el “otro” puede decir te están censurando pero a la vez a vos te pagan para que no digas “esa x cosa”.
Por otra parte se eliminó la ley de calumnias e injurias y los comunicadores pueden decir lo que quieren denunciando paradójicamente que no puede decir nada. Aunque insisto en decir que una cosa es libertad de expresión (que requiere una expresión física) y otra es libertad de opinión. Algunos foros pueden opinar pero no expresarse físicamente (los que no están la grilla del cable por ejemplo). Esto ya lo he dicho en otro posteo anterior.
Y desde el otro lado se habla peyorativamente del periodismo militante (del Estado) y desde este lado se trata de justificarlo con Rodolfo Walsh ¿Acaso no era militante? Si es verdad militaba pero esa militancia se la confunde porque una cosa es ser militante de un gobierno y otra es ser militante de ideales. Quiérase o no la militancia por un gobierno te atraviesa y te condiciona. Por eso el mote “militante” no es afortunado, el rol del periodista debe ser molestar a los poderes facticos. Y no resignar la ética siendo servil a intereses ajenos.
Apenas entre a estudiar la comunicación social la primera definición de periodismo que es escuche es que “el periodismo debe ser el vocero de la sociedad”, la comparto pero hay que ver ¿De qué sociedad no? Hay que tratar de ser subjetivamente objetivo, entendiendo que la objetividad choca con la ideología y las líneas editoriales.
Hay periodistas que no son militantes ni independientes como VH Morales, Reynaldo Sietecase, Matías Martin y otros (son periodistas comprometidos con la sociedad). Incluso pienso que Morales Sola es uno de los mejores (al margen de no comulgar mucho) porque tiene una retorica envidiable que si lo lees y no estás muy empapado de la realidad política te convence. Zloto y Tenembaum también son respetables.
Espero que se aplique de una vez por todas la Ley de Medios, porque no tengo dudas de que cuando eso suceda se vendrá una revolución cultural porque no es solo para periodistas, es para cineastas, actores, cantantes, artistas y muchos etcéteras.
Siempre pensé el día que termine la carrera como hacer con las líneas editoriales porque no es una cuestión tan sencilla. Si estas en “x lugar” trabajando (ahora está de moda enrostrarle al otro donde trabajó, algo fútil e infructuoso) y no podes decir “x cosa”, el “otro” puede decir te están censurando pero a la vez a vos te pagan para que no digas “esa x cosa”.
Por otra parte se eliminó la ley de calumnias e injurias y los comunicadores pueden decir lo que quieren denunciando paradójicamente que no puede decir nada. Aunque insisto en decir que una cosa es libertad de expresión (que requiere una expresión física) y otra es libertad de opinión. Algunos foros pueden opinar pero no expresarse físicamente (los que no están la grilla del cable por ejemplo). Esto ya lo he dicho en otro posteo anterior.
Y desde el otro lado se habla peyorativamente del periodismo militante (del Estado) y desde este lado se trata de justificarlo con Rodolfo Walsh ¿Acaso no era militante? Si es verdad militaba pero esa militancia se la confunde porque una cosa es ser militante de un gobierno y otra es ser militante de ideales. Quiérase o no la militancia por un gobierno te atraviesa y te condiciona. Por eso el mote “militante” no es afortunado, el rol del periodista debe ser molestar a los poderes facticos. Y no resignar la ética siendo servil a intereses ajenos.
Apenas entre a estudiar la comunicación social la primera definición de periodismo que es escuche es que “el periodismo debe ser el vocero de la sociedad”, la comparto pero hay que ver ¿De qué sociedad no? Hay que tratar de ser subjetivamente objetivo, entendiendo que la objetividad choca con la ideología y las líneas editoriales.
Hay periodistas que no son militantes ni independientes como VH Morales, Reynaldo Sietecase, Matías Martin y otros (son periodistas comprometidos con la sociedad). Incluso pienso que Morales Sola es uno de los mejores (al margen de no comulgar mucho) porque tiene una retorica envidiable que si lo lees y no estás muy empapado de la realidad política te convence. Zloto y Tenembaum también son respetables.
Espero que se aplique de una vez por todas la Ley de Medios, porque no tengo dudas de que cuando eso suceda se vendrá una revolución cultural porque no es solo para periodistas, es para cineastas, actores, cantantes, artistas y muchos etcéteras.
miércoles, 25 de mayo de 2011
678, Sarlo y otras yerbas
Cuando vi el fin de semana que en 678, se anunciaba la presencia de Beatriz Sarlo me llamó la atención ver que una opositora (si se quiere el termino) iba al programa. Al fin! Algo pasó para que se arme tanto “revuelo” en la comunicación horizontal y en otros foros. El espacio televisivo “critico de los medios” tomo un perfil demasiado oficial (desde lo más sutil que es ver al boludo de Barragán con esas canciones estúpidas). No sé hasta qué punto no deja de ser propaganda, sin usar el término en su denotación negativa, porque la crítica es difícil encontrarla. Por algo Caparros, políticos de Proyecto Sur (y otros tantos) dejaron de ir y ahora lo critican.
De los invitados desentonó (según mi interpretación de sentido) Mariotto con chinanas infructuosas. Hubiera sido bueno un JP Feinmann, o uno que esté a la altura como el fenomeno de Forster. No sé si es bueno para el ejecutor de la Ley de Medios tenga ese perfil tan k, no porque no deba o este mal tenerlo sino por la función que ocupa. Eso me hace pensar que a la hora de llevar a la práctica la ley pueda ser imparcial. Por ejemplo Radio 10 (y demás medios del Grupo Hadad) con el Negro Oro circunstancialmente se ufanaron de ser patriotas repartiendo banderas argentinas por el 25 de Mayo, pero a la hora de trasmitir la cadena nacional como indica un artículo de la ley, no lo hizo y no lo hacen. Y no recibe sanciones por infringirla, si seria algún medio opositor seguro que sí. Hay que ser iguales con todos.
Volviendo al programa cuando Mariotto dice “La Presidenta y su coraje cívico de llevar adelante una ley plural”, bla bla bla digamos que ese coraje se produjo (no va en demerito igual) porque “La Corpo” tenía algún interés con las patronales del “campo” y no quería saber nada con la 125. Y después dijo algo así como a Sarlo le daba letra Magnetto (tan bajo no se puede caer, se ganó un merecido “no sea insolente”). Que el ceo se reunía con la oposición y que no les había dado permiso para integrar el directorio del AFsca. Aver la oposición no es toda la misma, el GEN, Proy. Sur y los Socialistas son respetables ellos también votaron esa ley y otras importantes. Convengamos que NK también se reunía con Magnetto cuando estaba todo bien, esas reuniones les dio la fusión monstruosa de Multicanal-Cablevisión (que me prohibe de ver Telesur por ej, es otro tema igual). Y hablando de la pluralidad en la TV Digital no la hay todavía ¿Podría estar TN o Canal 13? El más “opositor” es c5n que si bien no trasmite nada de los líos de Clarín (llámese causa noble, papel prensa, fibertel etcétera) con la pauta oficial trasmite todos los discursos de CFK y todas las variables económicas favorables del gobierno.
Celebro de algún modo que haya ido al programa un cuadro intelectual como Beatriz Sarlo (al margen de no comulgar en varias cosas, no en todas), ojala vaya otra vez porque en el programa no hay debate (a pesar de que se jactan de debatir), todos piensan lo mismo con algún matiz distinto a lo sumo ¿Cuál es el debate posible? La idea de un debate es intercambiar sensaciones con el otro y aprender de eso, y si en algo cambiaste tu opinión quiere decir que el debate fue debate. Eso entiendo yo, no soy el dueño de la verdad pero tengo mi verdad relativa.
En tanto línea editorial.678 a veces parece Clarin pero con un gen izquierdista, en el programa solo los informes ya te están marcando una línea de pensamiento para opinar reforzando y profundizando lo visto. Cuando se produjo la marcha de los 10 años de la causa Noble y el zócalo fue “masiva marcha ignorada por los medios” (por no decir ignorada por Clarín), ya esta muchachos preocúpense por ustedes. Cada medio cubre lo que quiere, al margen de que justo ese esté implicado en el reclamo. Aparte si irían al toque algún vagabundo les tira el “devuelvan a los nietos” que incluso me da risa y a la vez pena (sin tomar la literalidad del término) por la incomodidad de los noteros de TN que no tienen nada que ver. En 678 también ignoraron que a los Qom estuvieron 5 meses acampando en la 9 de Julio para ser atendidos y que lo hicieron por estar acusados con las cámaras indirectamente. Y un dato no menor, Insfran reprimió y mato a un Qom. Ojo porque ese también apoya y es parte del “modelo”.
Seria bueno que 678 cambie un poco el enfoque, que sea critico pero de verdad, no va a perder audiencia por eso. Si tenía una función de mostrarle a la “gente” los intereses de los medios, ya lo logró. La Tv pública tiene que ser tal, de y para todos (la oposición también) no solo del gobierno. Y el que piensa distinto no es un enemigo, hay que dejar tranquilo a la señora Legrand, a Lanata, cada uno es libre de pensar. Y no ser hipócrita/oportunista porque cuando Tinelli se sumó al coro de la inseguridad otrora con las divas (+ la cámara sorpresa a los niños de una escuela rural con sadismo incluido para darles después del martirio el premio: el agua que es supuestamente un derecho) era merecedor de crítica negativa y ahora como fue al entierro de NK y apoya también, es parte del proyecto “nacional y popular”.
Regresando (nuevamente) al programa, cuando se tocó el tema de Chiche Gelblung (a mi entender tendría que estar preso por cómplice de “la guerra civil”) y los Martin Fierro, se habló de lo ignomizados que están esos premios. Vamos a suponer si ganaban ellos la estatuilla ¿Que hubieran dicho? No quiero ser mal pensado pero seguro hubiera sido condicionante a la hora de despotricar. Lo llamativo es que ahora los panelistas critican a Clarín y trabajaron ahí, esto no quiere decir que no puedan hacerlo, pero por lo menos con coherencia.
En este contexto donde se habla del rol de los medios, donde se habla de política estaría bueno que no se polaricen las cuestiones. Existe un periodismo alternativo al “militante” y al “independiente”. Hay pensamiento posible al kirchnerismo y anti-kirchnerismo. En la dialéctica infinita de negros y blancos, se puede ser gris.
De los invitados desentonó (según mi interpretación de sentido) Mariotto con chinanas infructuosas. Hubiera sido bueno un JP Feinmann, o uno que esté a la altura como el fenomeno de Forster. No sé si es bueno para el ejecutor de la Ley de Medios tenga ese perfil tan k, no porque no deba o este mal tenerlo sino por la función que ocupa. Eso me hace pensar que a la hora de llevar a la práctica la ley pueda ser imparcial. Por ejemplo Radio 10 (y demás medios del Grupo Hadad) con el Negro Oro circunstancialmente se ufanaron de ser patriotas repartiendo banderas argentinas por el 25 de Mayo, pero a la hora de trasmitir la cadena nacional como indica un artículo de la ley, no lo hizo y no lo hacen. Y no recibe sanciones por infringirla, si seria algún medio opositor seguro que sí. Hay que ser iguales con todos.
Volviendo al programa cuando Mariotto dice “La Presidenta y su coraje cívico de llevar adelante una ley plural”, bla bla bla digamos que ese coraje se produjo (no va en demerito igual) porque “La Corpo” tenía algún interés con las patronales del “campo” y no quería saber nada con la 125. Y después dijo algo así como a Sarlo le daba letra Magnetto (tan bajo no se puede caer, se ganó un merecido “no sea insolente”). Que el ceo se reunía con la oposición y que no les había dado permiso para integrar el directorio del AFsca. Aver la oposición no es toda la misma, el GEN, Proy. Sur y los Socialistas son respetables ellos también votaron esa ley y otras importantes. Convengamos que NK también se reunía con Magnetto cuando estaba todo bien, esas reuniones les dio la fusión monstruosa de Multicanal-Cablevisión (que me prohibe de ver Telesur por ej, es otro tema igual). Y hablando de la pluralidad en la TV Digital no la hay todavía ¿Podría estar TN o Canal 13? El más “opositor” es c5n que si bien no trasmite nada de los líos de Clarín (llámese causa noble, papel prensa, fibertel etcétera) con la pauta oficial trasmite todos los discursos de CFK y todas las variables económicas favorables del gobierno.
Celebro de algún modo que haya ido al programa un cuadro intelectual como Beatriz Sarlo (al margen de no comulgar en varias cosas, no en todas), ojala vaya otra vez porque en el programa no hay debate (a pesar de que se jactan de debatir), todos piensan lo mismo con algún matiz distinto a lo sumo ¿Cuál es el debate posible? La idea de un debate es intercambiar sensaciones con el otro y aprender de eso, y si en algo cambiaste tu opinión quiere decir que el debate fue debate. Eso entiendo yo, no soy el dueño de la verdad pero tengo mi verdad relativa.
En tanto línea editorial.678 a veces parece Clarin pero con un gen izquierdista, en el programa solo los informes ya te están marcando una línea de pensamiento para opinar reforzando y profundizando lo visto. Cuando se produjo la marcha de los 10 años de la causa Noble y el zócalo fue “masiva marcha ignorada por los medios” (por no decir ignorada por Clarín), ya esta muchachos preocúpense por ustedes. Cada medio cubre lo que quiere, al margen de que justo ese esté implicado en el reclamo. Aparte si irían al toque algún vagabundo les tira el “devuelvan a los nietos” que incluso me da risa y a la vez pena (sin tomar la literalidad del término) por la incomodidad de los noteros de TN que no tienen nada que ver. En 678 también ignoraron que a los Qom estuvieron 5 meses acampando en la 9 de Julio para ser atendidos y que lo hicieron por estar acusados con las cámaras indirectamente. Y un dato no menor, Insfran reprimió y mato a un Qom. Ojo porque ese también apoya y es parte del “modelo”.
Seria bueno que 678 cambie un poco el enfoque, que sea critico pero de verdad, no va a perder audiencia por eso. Si tenía una función de mostrarle a la “gente” los intereses de los medios, ya lo logró. La Tv pública tiene que ser tal, de y para todos (la oposición también) no solo del gobierno. Y el que piensa distinto no es un enemigo, hay que dejar tranquilo a la señora Legrand, a Lanata, cada uno es libre de pensar. Y no ser hipócrita/oportunista porque cuando Tinelli se sumó al coro de la inseguridad otrora con las divas (+ la cámara sorpresa a los niños de una escuela rural con sadismo incluido para darles después del martirio el premio: el agua que es supuestamente un derecho) era merecedor de crítica negativa y ahora como fue al entierro de NK y apoya también, es parte del proyecto “nacional y popular”.
Regresando (nuevamente) al programa, cuando se tocó el tema de Chiche Gelblung (a mi entender tendría que estar preso por cómplice de “la guerra civil”) y los Martin Fierro, se habló de lo ignomizados que están esos premios. Vamos a suponer si ganaban ellos la estatuilla ¿Que hubieran dicho? No quiero ser mal pensado pero seguro hubiera sido condicionante a la hora de despotricar. Lo llamativo es que ahora los panelistas critican a Clarín y trabajaron ahí, esto no quiere decir que no puedan hacerlo, pero por lo menos con coherencia.
En este contexto donde se habla del rol de los medios, donde se habla de política estaría bueno que no se polaricen las cuestiones. Existe un periodismo alternativo al “militante” y al “independiente”. Hay pensamiento posible al kirchnerismo y anti-kirchnerismo. En la dialéctica infinita de negros y blancos, se puede ser gris.
domingo, 15 de mayo de 2011
La dialectica del periodismo
Es mi país donde muchos se llenan la boca hablando de que hay libertad de expresión. A diferenciar bien, una cosa es la libertad de expresión (donde hay un aspecto físico) y otra cosa es la libertad de opinión. Me hablan de expresión, por ejemplo Telesur tiene solamente libertad de opinión (gracias a que el estadista NK en su momento le dió al grupito la fusión de los cables que los hizo dueños totales de mis deseos y mis ganas de consumir. Ahí eran amigos, no pasaba nada. El dicho dice que no hay mal que por bien no venga, luego de esa amistad vino la pelea con el “campo” y de ahí vino la Ley de Medios). Por ende no puede expresarse como los demás. Seamos buenos y pongamos cada cosa en su lugar.
Vivo en un país donde en periodismo está atrapado en una lógica binaria: de un lado está en periodismo militante (antes adicto) y del otro está el periodismo independiente (lo pregunta sin respuesta que deambula en mí es descubrir de que o de quién es esa independencia). Lo llamativo o no tanto es que en el medio no hay nada, solo un vacio infinito. En esa pelea de blancos y negros, los grises no existen.
Es mi país es donde el periodismo de investigación está visto como aquel intrépido servidor que se cuelga una camarita (oculta) y se pasea por una villa para ver como accionan los transas y mostrarle a la comunidad como se puede vencer al narcotráfico. Y según la “rigurosidad” de la indagación algún que otro conspicuo comunicador larga al mercado un libro plagado de impersonales y potenciales sobre la corrupción política. Y hace denuncias de persecución por “animarse” a desentrañar la corruptela y por el otro lado sin decir nada engrosa los ceros de su cuenta bancaria. Así investigamos en Argentina.
Donde es un hábito seguramente “normal” que el desayuno venga cargado con pálidas y algún muerto. En el cual el Dios del éxito “San Raiting” denota lo que le gusta a la “gente” (me pregunto también ¿Que gente? De Recoleta, de Palermo, de la Villa 31, de Fuerte Apache. Gente clase alta, media, baja, subalterna, dominante etcétera) y lo que dice es que a la “gente” le gustan los policiales. Estar en casa, relajarse y disfrutar de un coctel perfecto: muertes, injusticias, miserias, secuestros y robos. Después nos reímos con la parodia “hasta cuando” de Capusotto y al toque notamos que tan exagerado no es.
Donde la primicia vale mucho más que la ética periodística, “el minuto a minuto” le llaman. Cuanto más morbo tenga mejor, así vende más. Parafraseando al Gran Diego “se les escapa la tortuga” a veces.
Donde tenemos a una cantidad de medios recargados de un malinchismo animoso. Donde perdieron su esencia (informativa, a lo mejor nunca la tuvieron y fui un iluso) y son pasquines, donde otros parecieran hacer propaganda porque la crítica no figura. La “objetividad” de todos se acaba cuando viene la pauta oficial. Y lo peor que los capos de la tv piensan que el mundo todavía el mundo gira alrededor de la teoría de la aguja hipodérmica. Muchos son los periodistas que se creen jueces para señalar con el dedo lo que amenaza al sistema de valores de nuestra sociedad o sino son ellos los dadores de prestigio. Ellos, ese periodismo faccioso que le arma el discurso a la derecha, en cual instala los temas pero nunca el contenido.
Donde algunos dejaron de hacer periodismo para empezar a hacer tramoyas que usan a los medios para escudarse cuando le quieren parar el negocio. Resignando lo más valioso otrora del periodismo: la credibilidad. Aunque en este contexto más que la credibilidad, lo que importa es la veracidad. Puedo ser creíble pero tengo que ajustarme a la realidad.
Así estamos pero eso no pasa solamente acá, la hilacha se ve en todo el mundo. Por ejemplo después de las elecciones en Peru, ya hay una campaña de los medios en contra del Presidente Humala (para ayudar en el ballotage a Fushimori) que tiene de protagonista al brillante Jaime Bayly y cia. Por suerte los peruanos no creen en la aguja hipodérmica. Ojala sean mayoría.
A lo mejor estas emociones que deje fluir por estas líneas tienen un cierto grado de paroxismo, pero veía necesario hacer un descargo. Yo solo también soy “gente” y quiero ver otras cosas en la pantalla. Espero que cuando venga la Ley de Medios haga una limpieza.
Vivo en un país donde en periodismo está atrapado en una lógica binaria: de un lado está en periodismo militante (antes adicto) y del otro está el periodismo independiente (lo pregunta sin respuesta que deambula en mí es descubrir de que o de quién es esa independencia). Lo llamativo o no tanto es que en el medio no hay nada, solo un vacio infinito. En esa pelea de blancos y negros, los grises no existen.
Es mi país es donde el periodismo de investigación está visto como aquel intrépido servidor que se cuelga una camarita (oculta) y se pasea por una villa para ver como accionan los transas y mostrarle a la comunidad como se puede vencer al narcotráfico. Y según la “rigurosidad” de la indagación algún que otro conspicuo comunicador larga al mercado un libro plagado de impersonales y potenciales sobre la corrupción política. Y hace denuncias de persecución por “animarse” a desentrañar la corruptela y por el otro lado sin decir nada engrosa los ceros de su cuenta bancaria. Así investigamos en Argentina.
Donde es un hábito seguramente “normal” que el desayuno venga cargado con pálidas y algún muerto. En el cual el Dios del éxito “San Raiting” denota lo que le gusta a la “gente” (me pregunto también ¿Que gente? De Recoleta, de Palermo, de la Villa 31, de Fuerte Apache. Gente clase alta, media, baja, subalterna, dominante etcétera) y lo que dice es que a la “gente” le gustan los policiales. Estar en casa, relajarse y disfrutar de un coctel perfecto: muertes, injusticias, miserias, secuestros y robos. Después nos reímos con la parodia “hasta cuando” de Capusotto y al toque notamos que tan exagerado no es.
Donde la primicia vale mucho más que la ética periodística, “el minuto a minuto” le llaman. Cuanto más morbo tenga mejor, así vende más. Parafraseando al Gran Diego “se les escapa la tortuga” a veces.
Donde tenemos a una cantidad de medios recargados de un malinchismo animoso. Donde perdieron su esencia (informativa, a lo mejor nunca la tuvieron y fui un iluso) y son pasquines, donde otros parecieran hacer propaganda porque la crítica no figura. La “objetividad” de todos se acaba cuando viene la pauta oficial. Y lo peor que los capos de la tv piensan que el mundo todavía el mundo gira alrededor de la teoría de la aguja hipodérmica. Muchos son los periodistas que se creen jueces para señalar con el dedo lo que amenaza al sistema de valores de nuestra sociedad o sino son ellos los dadores de prestigio. Ellos, ese periodismo faccioso que le arma el discurso a la derecha, en cual instala los temas pero nunca el contenido.
Donde algunos dejaron de hacer periodismo para empezar a hacer tramoyas que usan a los medios para escudarse cuando le quieren parar el negocio. Resignando lo más valioso otrora del periodismo: la credibilidad. Aunque en este contexto más que la credibilidad, lo que importa es la veracidad. Puedo ser creíble pero tengo que ajustarme a la realidad.
Así estamos pero eso no pasa solamente acá, la hilacha se ve en todo el mundo. Por ejemplo después de las elecciones en Peru, ya hay una campaña de los medios en contra del Presidente Humala (para ayudar en el ballotage a Fushimori) que tiene de protagonista al brillante Jaime Bayly y cia. Por suerte los peruanos no creen en la aguja hipodérmica. Ojala sean mayoría.
A lo mejor estas emociones que deje fluir por estas líneas tienen un cierto grado de paroxismo, pero veía necesario hacer un descargo. Yo solo también soy “gente” y quiero ver otras cosas en la pantalla. Espero que cuando venga la Ley de Medios haga una limpieza.
martes, 3 de mayo de 2011
Radiografia de un anti
Muchas veces al ver el comportamiento de las personas circunstanciales que cruzo en lo cotidiano, noto que actuamos y hablamos según la apariencia del otro. Recuerdo a esa periodista de TN en tiempo de las inundaciones en la CABA, vió a dos pibes que estaban ayudando a sacar el agua de una peluquería. En ese instante fue y le preguntó a la señora si los conocía porque “había surgido una confusión con los vecinos” supuestamente. Y la señora les dijo que eran sus hijos pero la cuestión es que la notera (justiciera ella) había ido a alertar a la señora porque los pibes usaban gorra y seguro que estaban robado. Tuvo un prejuicio solo por que usaban gorra ¿Cuánto nos influye la tv que nos alimenta a la hora de hacer un juicio contra el otro? Quiérase o no es la que nos educa.
Cuando veo en la pantalla un informativo (es muy poco lo que veo, porque me crispa y los hechos que merecen ser contados son siempre los mismos: la variable económica del día, el hecho de inseguridad infaltable y algún accidentado en Panamericana. Y según las modas efímeras son los colectiveros amputados, la toma de rehenes o alguna salidera bancaria) pienso en los receptores que están mirando eso y como será su estimulo-respuesta a eso que ven.
Lo que me llamó siempre la atención es con respecto a la inseguridad (innegable por cierto, pero no al punto de magnificarla para generar la industria del miedo y todo el negocio que hay detrás de eso: seguros, custodia, autos blindados etcétera), digo roban en los bancos, en los country que incluso tienen seguridad privada ¿Nunca hay un robo en Puerto Madero? A lo mejor soy un cándido porque no conozco el lugar y estamos ante una Mega ciudad exclusiva de los pudientes. Tal vez sea para todos, pero no me imagino en esos pagos un cuidacoche (no trapito).
Y pienso así malamente, porque estamos en un país donde los popes de la pantalla se ve que son materialistas y racistas. Si uno ve al pelotudo de Fort (un pobre con plata) todo el día con sus rolls royce y sus rolex (esa ostentación que roza lo obsceno) me estas queriendo decir que para ser hay que tener. De esa manera es como consigo ser yo en la sociedad. Ah eso si después les queda tiempo para indignarse y ser los jueces de la condena al pibe (si es negrito e, porque los blancos no tienen pinta de chorritos) que se roba una zapatilla. Nike es la cultura dice el Indio Solari. Cuando roban los condenamos, pero cuando aumentan los ceros de la cuenta corriente en Policías en
acción nos quedamos calladitos. No comment.
De ahí se desprende en los clasificados la discriminación con poco más de maquillaje. En los pedidos laborales dicen solicitamos mozo “buena presencia” ¿Que es buena presencia? Es un eufemismo de que no se quieren cierto tipo de personas. Es para un color determinado, estamos buscando otro perfil, la excusa perfecta. Pero no solo eso, hay que ver el lugar donde vive, no sea caso que viva en Fuerte Apache.
Por otra parte en la temporada estival estuvo en Punta del Este vacacionando (supongo) en el paqueto Hotel Conrad Milagro Sala. Para que, esto despertó el recelo de varios de conspicuos comunicadores que al enterarse se pusieron gruñones. Y vomitaron su anti. Cómo una india puede estar en un lugar tan exclusivo y lo peor a su misma altura. No podía ser, aparte fíjate eso está comiendo un pancho (que grasa por favor). Y si era sushi lo mismo era re biorsi viniendo de ella, ese no es su sitio, es solo para la elite.
¿Tanto miedo le tenemos a la igualdad? ¿A que la dignidad sea conocida por los invisibles? Por lo menos yo prefiero seguir caminando detrás de una utopía (aunque este lejos) teniendo en claro mis convicciones, y no ser un inútil útil a los intereses de una minoría.
Cuando veo en la pantalla un informativo (es muy poco lo que veo, porque me crispa y los hechos que merecen ser contados son siempre los mismos: la variable económica del día, el hecho de inseguridad infaltable y algún accidentado en Panamericana. Y según las modas efímeras son los colectiveros amputados, la toma de rehenes o alguna salidera bancaria) pienso en los receptores que están mirando eso y como será su estimulo-respuesta a eso que ven.
Lo que me llamó siempre la atención es con respecto a la inseguridad (innegable por cierto, pero no al punto de magnificarla para generar la industria del miedo y todo el negocio que hay detrás de eso: seguros, custodia, autos blindados etcétera), digo roban en los bancos, en los country que incluso tienen seguridad privada ¿Nunca hay un robo en Puerto Madero? A lo mejor soy un cándido porque no conozco el lugar y estamos ante una Mega ciudad exclusiva de los pudientes. Tal vez sea para todos, pero no me imagino en esos pagos un cuidacoche (no trapito).
Y pienso así malamente, porque estamos en un país donde los popes de la pantalla se ve que son materialistas y racistas. Si uno ve al pelotudo de Fort (un pobre con plata) todo el día con sus rolls royce y sus rolex (esa ostentación que roza lo obsceno) me estas queriendo decir que para ser hay que tener. De esa manera es como consigo ser yo en la sociedad. Ah eso si después les queda tiempo para indignarse y ser los jueces de la condena al pibe (si es negrito e, porque los blancos no tienen pinta de chorritos) que se roba una zapatilla. Nike es la cultura dice el Indio Solari. Cuando roban los condenamos, pero cuando aumentan los ceros de la cuenta corriente en Policías en
acción nos quedamos calladitos. No comment.
De ahí se desprende en los clasificados la discriminación con poco más de maquillaje. En los pedidos laborales dicen solicitamos mozo “buena presencia” ¿Que es buena presencia? Es un eufemismo de que no se quieren cierto tipo de personas. Es para un color determinado, estamos buscando otro perfil, la excusa perfecta. Pero no solo eso, hay que ver el lugar donde vive, no sea caso que viva en Fuerte Apache.
Por otra parte en la temporada estival estuvo en Punta del Este vacacionando (supongo) en el paqueto Hotel Conrad Milagro Sala. Para que, esto despertó el recelo de varios de conspicuos comunicadores que al enterarse se pusieron gruñones. Y vomitaron su anti. Cómo una india puede estar en un lugar tan exclusivo y lo peor a su misma altura. No podía ser, aparte fíjate eso está comiendo un pancho (que grasa por favor). Y si era sushi lo mismo era re biorsi viniendo de ella, ese no es su sitio, es solo para la elite.
¿Tanto miedo le tenemos a la igualdad? ¿A que la dignidad sea conocida por los invisibles? Por lo menos yo prefiero seguir caminando detrás de una utopía (aunque este lejos) teniendo en claro mis convicciones, y no ser un inútil útil a los intereses de una minoría.
martes, 26 de abril de 2011
La escuela y los medios (edicion bis)
A pesar de esa hegemonía cultural gestada desde el poder de un modesto servidor con micrófono en mano, atolondrados de sentidos (sobre todo el auditivo) la escuela pública da algunos indicios de repunte ¿Mutación? La respuesta estaría en ver si ese desmadre hubiera sido posible sin la irrupción de los jerarcas de la pantalla hace algunos años.
Al menos desde la política, la educación no parece ser una cuestión de marketing y desde el Min. De Educación de La Nación se propició la distribución de más de cuatro millones de ejemplares de “Libros de Lectura del Bicentenario” con la vida de los próceres que escribieron historia del país. Bienvenido sean las proyecciones de películas como Belgrano y la más reciente de San Martin. Nada de cipayos, no se necesitan voceros del imperio. Ya tenemos bastantes en la tv que nos alimenta.
Que la educación (literalmente) aparezca en los medios es algo atípico, sobre todo con un producto como Paka-paka, donde los chiquit@s son sujetos de derecho y además de su entretenimiento lógico tiene subyacente una didáctica. Con otros modelos de ser chico y otros modelos de belleza. Están todos sin importar el color de piel en una relación de igualdad (bien aggiornado), echando por tierra ese prototipo de Cris Morena con los tinenyel donde son todos rubiecitos, si es con ojos celestes, mejor aún. Pero los monarcas del cable, supraestatales ellos, no quieren compartir. “Solo se prohíbe algo que se teme” dijo Vargas Llosa.
Que en la curricula se implemente el estudio de los escraches, manifestaciones y pintadas callejeras como distintas modalidades de participación socio-política con la intención de formar ciudadanos. Lo curioso (o no tanto) es que algunos crispados (con sus más de 240 replicas) salieron a polemizar la cuestión vociferando que se hacía apología del escrache, subestimando la capacidad de pensamiento de los pibes ¿Alguien se armó una milicia y atacó salvajemente a otros, por haber estudiado las guerras históricas en la escuela? La carta ganadora es la inteligencia en acción que persuade mucho más que la intimidación publicitaria.
También suman algunos proyectos que pretenden erradicar la discriminación, algo bastante complejo que está muy impregnado en nuestra sociedad. Con algunos ejes actuales como el matrimonio igualitario y el 12 de octubre como “Día del Respeto a la Diversidad Cultural”. Otras cosas, sin ir más lejos, la transmisión por todos los canales La Feria del Libro (al margen de Vargas Llosa y la libertad bla bla bla). Que a los pueblos originarios se les dé la oportunidad de estar incluidos tecnológicamente con netbooks. Hay cosas positivas.
Ni hablar de las medidas tomadas concernientes a la Guerra de Malvinas del último año. Que todos los 2 de abril se lea en las escuelas la carta Julio Cao escribió a sus alumnos cuando peleaba en las islas. Algo tan sutil como la modificación de una simple palabra, la de “veterano” por “héroe” y que las aulas lleven el nombre de un ex combatiente. Hechos muy destacables.
La revolución cultural se está dando, y está claro que se gana en la calle, en nuestra cotidianeidad no en las redacciones derramando ríos de tinta.
Al menos desde la política, la educación no parece ser una cuestión de marketing y desde el Min. De Educación de La Nación se propició la distribución de más de cuatro millones de ejemplares de “Libros de Lectura del Bicentenario” con la vida de los próceres que escribieron historia del país. Bienvenido sean las proyecciones de películas como Belgrano y la más reciente de San Martin. Nada de cipayos, no se necesitan voceros del imperio. Ya tenemos bastantes en la tv que nos alimenta.
Que la educación (literalmente) aparezca en los medios es algo atípico, sobre todo con un producto como Paka-paka, donde los chiquit@s son sujetos de derecho y además de su entretenimiento lógico tiene subyacente una didáctica. Con otros modelos de ser chico y otros modelos de belleza. Están todos sin importar el color de piel en una relación de igualdad (bien aggiornado), echando por tierra ese prototipo de Cris Morena con los tinenyel donde son todos rubiecitos, si es con ojos celestes, mejor aún. Pero los monarcas del cable, supraestatales ellos, no quieren compartir. “Solo se prohíbe algo que se teme” dijo Vargas Llosa.
Que en la curricula se implemente el estudio de los escraches, manifestaciones y pintadas callejeras como distintas modalidades de participación socio-política con la intención de formar ciudadanos. Lo curioso (o no tanto) es que algunos crispados (con sus más de 240 replicas) salieron a polemizar la cuestión vociferando que se hacía apología del escrache, subestimando la capacidad de pensamiento de los pibes ¿Alguien se armó una milicia y atacó salvajemente a otros, por haber estudiado las guerras históricas en la escuela? La carta ganadora es la inteligencia en acción que persuade mucho más que la intimidación publicitaria.
También suman algunos proyectos que pretenden erradicar la discriminación, algo bastante complejo que está muy impregnado en nuestra sociedad. Con algunos ejes actuales como el matrimonio igualitario y el 12 de octubre como “Día del Respeto a la Diversidad Cultural”. Otras cosas, sin ir más lejos, la transmisión por todos los canales La Feria del Libro (al margen de Vargas Llosa y la libertad bla bla bla). Que a los pueblos originarios se les dé la oportunidad de estar incluidos tecnológicamente con netbooks. Hay cosas positivas.
Ni hablar de las medidas tomadas concernientes a la Guerra de Malvinas del último año. Que todos los 2 de abril se lea en las escuelas la carta Julio Cao escribió a sus alumnos cuando peleaba en las islas. Algo tan sutil como la modificación de una simple palabra, la de “veterano” por “héroe” y que las aulas lleven el nombre de un ex combatiente. Hechos muy destacables.
La revolución cultural se está dando, y está claro que se gana en la calle, en nuestra cotidianeidad no en las redacciones derramando ríos de tinta.
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